Sangre y Dolares
La novela negra, espejo de la economía.
En una época en la que el mundo periodístico y literario se nutre de un concepto tan triste como el de «nicho de mercado» resulta reconfortante encontrarse con un documento periodístico que vulnera fronteras de género y convierte en cómplices a dos mundos tan tradicionalmente alejados como el de la ficción de la novela negra y la concreción académica de la prensa económica, como el dossier Sangre y dólares, dirigido por Rosa Mora en el número 16 de la revista Alternativas Económicas.
La propia evolución del género y su desarrollo como negocio editorial, se testimonio literario de la corrupción, la miseria y los negocios ilegales, el análisis de la situación actual con autores como Camillieri, Markaris o Izzo bajo la sombra de Montalbán, el fenómeno de la novela sueca y nórdica en general, los entresijos de la economía de las drogas, las armas y la prostitución y un paseo por la convulsa, delirante y violenta Latinoamérica, son algunas de las claves, los temas y las razones, por las que un buen aficionado al género negro no puede perderse este magnífico trabajo periodístico.
Periodistas de larguísimo recorrido y sapiencia profesional garantizada como Andreu Missé, Pere Rusiñol. J. P. Velázquez-Gaztelu, Joaquín Estafanía, Andreu Navarro, Ariadna Trillas, Antonio García Maldonado y Mariana Vilnitzky, o reconocibles cerebros de la trama literaria negrocriminal como Paco Camarasa y la propia Rosa Mora, son los autores materiales de este sumario que contiene datos y reflexiones que nos quitarían el sueño, si no fuese porque la realidad cotidiana nos mantiene inmunizados a perpetuidad.
El dossier incluye un directorio de novelas que pueden encaminar por la senda del crimen literario a cualquier bienaventurado neófito que tenga a bien asomarse a las páginas de Alternativas Económicas y descubrir más de maestro del género a los lectores avezados. La revista andará por los quioscos todo el verano. Luego no digáis que no os hemos avisado.
Manuel López Poy
El Club Bastardo 